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Chía, 01 de abril de 2023. Fray Pedro Simón hermano de la Orden de San Francisco del Nuevo Reino de Granada, nos relata en sus crónicas ‘Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales’, la llegada a Chía de Gonzalo Jiménez de Quesada con los soldados de su expedición y la manera cómo, por ese entonces, se dispusieron a conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús en este territorio.
“…después de haber estado algunos días en el cercado de Cajicá, por haber comidas, y ver si antes de pasar de allí se podía dar asiento a la amistad del Bogotá, se salió con todo su campo y llegó al pueblo de Chía, con intentos de tener allí con sosiego la Semana Santa, que ya había entrado, y la Pascua, aparejando sus conciencias para la confesión y comunión, y celebrar aquellos altísimos misterios de la pasión y muerte de Cristo, con la mejor devoción que Dios les diese, y así estuvieron en este pueblo el Domingo de Cuasimodo*, y aún tuvo la curiosidad un soldado llamado Diego Álvarez Alpargatero, de dejar esta mansión de la Semana Santa en aquel pueblo, escrita en una piedra que halló blanda en el cercado del cacique, en la cual con algún cuchillo o clavo formó mal unas letras, que decían: “En este sitio y cercado tuvo el Licenciado Gonzalo Jiménez de Quesada la Semana Santa, este año de mil quinientos treinta y ocho (1538)”. Esta piedra, después un padre doctrinero de este pueblo de Chía, bien poco curioso, la quitó de donde la dejó el soldado incada, y la puso por umbral de una iglesia que se hizo, donde con los tiempos se vino a quebrar y perder”.
El historiador colombiano Roberto Velandia Rodríguez* escribió igualmente sobre la población que encontró el conquistador español cuando arribó a Chía: “De las relaciones de los cronistas aparece que este era sitio muy poblado, más no a la manera española sino a la aborigen, es decir, las casas dispersas ocupando una gran extensión con su huerta, vertebradas sobre caminos y sin ninguna simetría, todas de bahareque, tan desordenadamente que los españoles la llamaban rancherío y no pueblo poblado. De ello habría un asomo o vago vestigio en las casas de los alrededores de la actual población, por disposición de ellas y sus calles, que más parecen estos caminos primitivos. Tal dispersión se observa del poblado hacia el Puente del Común y hacia Cajicá por el pie del cerro, a lo largo de un carreteable que se hizo precisamente sobre el camellón de carreras que los indios teñían como camino entre Chía y Busogonte, el cual se llamaba Raquebteba”.
De esta manera, nuestra población fue reconocida, en la historia de la llamada conquista española, como un lugar apacible y propio para el sosiego de las tropas que, comandadas por Gonzalo Jiménez de Quesada, pasaron por este territorio.
* Fray Pedro Simón, fue cronista y profesor muy ligado a la historia de Colombia y Venezuela por su extensa obra sobre la conquista. La primera parte de sus Noticias Historiales fueron publicadas en Cuenca (España) en 1627; una segunda parte en Inglaterra en 1848 y en Bogotá, en la década de 1882-1892, se imprimió la narración completa de la cual una de estas ediciones reposa en la biblioteca de la Universidad de California.
* Domingo de Cuasimodo, celebración católica que se realizaba el domingo después de la Pascua de Resurrección. La palabra "Cuasimodo" proviene de las primeras palabras del introito del segundo domingo de Pascua, "Quasi modo genti infantes...", (del latín, "Así como niños recién nacidos...").
* Roberto Velandia Rodríguez, escritor, investigador e historiador, autor de la Enciclopedia Histórica de Cundinamarca.